Estoy seguro de que en más de una ocasión te han llegado a amenazar por Facebook, Instagram o cualquier otra red social como WhatsApp.
Y… Te hago una pregunta ¿Denunciaste? Podría jurar que no lo hiciste por el mero hecho de no saber que tienes derecho a defenderte de estas acciones.
¡No tienes que soportar amenazas por redes sociales! Aquí te explico por qué.
¿Cuándo alguien me amenaza por redes sociales es delito?
Antes de entrar en materia legal os diré que con todo este revuelo de las redes sociales, cualquier persona se toma el atrevimiento de amenazar sin más.
Gracias a esto es que las amenazas por redes sociales, sobre todo WhatsApp son como el pan caliente, salen a diario y en abundancia.
Lo primero que haremos en este caso, para que entiendas mejor es definir qué es una amenaza.
La legislación española habla de amenazas cuando alguien manifiesta que obrará de mala fe en tu contra o de tu familia con la finalidad de intimidarte (artículos 169 a 170 del Código Penal).
Entonces, el simple hecho de que alguien te anuncie que te dañará, aunque no lo termine haciendo es un delito de amenazas y esto puede pasar por medio de una red social.
¡Claro!, que para que esto sea admitido como acto criminal, la amenaza debe implicar una acción ilegal en tu contra.
Igualmente, es indispensable que puedas entender esta amenaza como factible y real.
¿Qué tan grave es que me amenacen por redes sociales?
La gravedad de una amenaza de cara a la víctima depende mucho de si consideras o no que pueda pasar.
Mayormente, cuando una persona recibe una amenaza en Facebook o WhatsApp y no asume que se pueda concretar, lo suele pasar por alto.
En caso contrario, si alguien cree que la amenaza pueda consolidarse, le genera una señal de alarma, lo que termina en una denuncia.
Hablando desde el punto de vista legal, amenazar usando medios de comunicación o por teléfono implica mayor gravedad en su tratamiento, por lo que el castigo convencional se eleva en su mitad superior.
Los tiempos de castigo pueden variar si el sujeto activo logra o no su finalidad en la víctima, como por ejemplo, conseguir un dinero de su parte para no concretar sus acciones.
Si una persona me amenaza de muerte en redes sociales ¿Me pueden indemnizar?
¡Por supuesto! Sin embargo, esto depende del tipo de amenaza que haya hecho en tu contra.
La ley es bastante clara con esto de las amenazas, por lo que define ciertos parámetros de culpabilidad al momento de juzgar a una persona por un delito como este.
Por ejemplo, hace unos meses Javier Ortega Smith denunció ser víctima de amenaza de muerte por Twitter.
El político no esperó demasiado para poner una denuncia que trajo como resultado una multa de 600 euros y la prohibición para acercarse al agraviado durante 6 meses.
En este caso, no se produjo una pena privativa de libertad contra el imputado y otro ejemplo de esto es el caso de un hombre que amenazó de muerte a un usuario en Facebook.
El condenado a pagar 300 euros a la víctima envió mensajes por medio de esta red social a un hombre amenazándole con darle “una paliza de tu vida” en cuanto lo viera.
Esta persona, al temer por su integridad, decidió denunciar y el juez determinó que se trataba de un delito de amenaza.
Si tengo las capturas de WhatsApp ¿Las puedo usar como delito de amenazas?
¡Sí! Tanto en una investigación civil como penal puedes usar las capturas de WhatsApp que tengas para probar las amenazas recibidas.
Cuando se inicia un proceso de denuncia por amenazas en redes sociales, lo primero que te recomiendo es buscar un buen abogado especialista en amenazas, pues hay tribunales que querrán desestimar estas evidencias ¡Ojo con esto!
A pesar de que los pantallazos no se consideran una prueba definitiva, tienen un papel clave si se presentan correctamente.
En este punto, el abogado tiene el trabajo más importante que es el de usar estas conversaciones en que constan las amenazas para favorecerse en el juicio y conseguir justicia.
Como es de esperarse, este tipo de prueba se tiene que sustentar con otras, así que no pierdas tiempo y comunícate con un abogado especialista lo antes posible.