La impugnación de resoluciones es una opción que todos los sistemas jurisdiccionales permiten. El recurso de súplica forma parte de los métodos para impugnar dictámenes emitidos por las autoridades en un momento dado. Veamos toda la información relevante en el siguiente blog.
¿En qué consiste el recurso de súplica?
En instancias penales, el recurso de súplica es la acción de impugnar autos ejecutados por un tribunal penal. La finalidad de estos procedimientos no es otra que conseguir la modificación de la sentencia o su anulación.
Vale decir que esta acción se debe llevar a cabo ante el mismo tribunal a cargo de dictar la resolución, ya que tiene la competencia de poder resolver la situación en cuestión.
Los autos se tratan de resoluciones incidentales, por lo que no implican la culminación del proceso principal. En este sentido, se produce en el curso del procedimiento, sin repercutir meramente en la acción que se pretende juzgar.
Regulación del recurso de súplica
Así como cualquier otra acción penal, el recurso de súplica en España, tiene un marco legal que permite su regulación. En este caso, en particular, la Ley de Enjuiciamiento Criminal, regula este recurso en sus artículos 236 hasta el 238.
Asimismo, para su respectiva sustanciación, se acoge en los trámites correspondientes al recurso de reformas. Como se establece en su concepto, establecido en la legislación vigente, este recurso solo es válido para la impugnación de autos dictados por tribunales, por lo que no incluye a unipersonales.
Casos en que se puede optar por el recurso de súplica
Como precisamos antes, para recurrir al recurso de súplica es imperativo que se haya producido un auto emitido por un tribunal.
Considerando lo anterior, solo podrán ser objeto de este recurso las sentencias incidentales y resoluciones judiciales relacionadas con recursos que se hayan interpuesto contra derechos o providencias. Asimismo, la nulidad de procesos, presupuestos procesales y cualquier otro auto que la ley admita.
Hay casos puntuales en los que no se podrá optar por este recurso, como por ejemplo, los autos que sean resueltos en segunda instancia. Lo anterior, en función de lo establecido en la Sentencia 337/2005, del Tribunal Constitucional.
En otras palabras, únicamente es válido proceder con el recurso de súplica en el caso de autos resueltos en primera instancia.
Procedimiento para el recurso de súplica
La LECrim, en su artículo 219 y siguientes, habla del proceso a seguir para la interposición del recurso de súplica en el orden penal. Los pasos y acciones a seguir son estas:
- El procedimiento debe iniciarse ante el mismo tribunal que emitió la resolución a impugnar.
- El tiempo máximo para hacerlo es de 3 días continuos, contados desde que se notificó la sentencia.
- La interposición de recurso de súplica debe presentarse de forma escrita y contar con la firma de un abogado penalista.
- Los documentos en cuestión deben acompañarse con todas las copias correspondientes a la cantidad de partes que intervengan en el proceso.
Una vez que el tribunal reciba la formalidad del recurso, cuenta con un plazo de dos días para dar una respuesta.
Diferencia del recurso de súplica y otros recursos
Una de las distinciones más importantes que debemos tener presente, es entre el recurso de apelación y el recurso de súplica, que suelen confundirse bastante. La diferencia más relevante es que el primero de estos se presenta ante una instancia superior. Por su parte, el recurso de súplica se debe llevar a cabo ante el mismo órgano que dictó la resolución.
Por otro lado, el recurso de casación tiene que ver con infracciones de la jurisprudencia o la ley, mientras que el recurso de súplica se enfoca en la reconsideración de decisiones que no son definitivas.
En vista de lo anterior, es posible concluir que el recurso de súplica es un concepto jurídico fundamental en instancias penales que obedece a acciones diferentes al resto de recursos que contempla la ley. Por esto, es determinante comprender de qué se trata y cómo interponerlo.
Gracias a su existencia es posible pedir una segunda revisión de las resoluciones judiciales, permitiendo un mejor funcionamiento de la justicia, así como la equidad en todo el sistema.