El delito de alcoholemia es uno de los más comunes en España y forma parte de los delitos contra la seguridad vial.
Si te encuentras en medio de un proceso penal de este tipo, necesitas contar con los mejores abogados especialistas en delitos de alcoholemia.
Regulación del delito de alcoholemia
Conducir borracho es una de las acciones más frecuentes en la actualidad. Desgraciadamente, muchas personas no tienen conciencia de la cantidad de riesgos relacionados con este acto.
Cabe destacar que la legislación española condena esta conducta criminal en el Código Penal, específicamente en el artículo 379.2. Asimismo, la norma define este delito como el acto de conducir un vehículo estando alcoholizado.
Vale decir que, para que una persona sea considerada “bajo los efectos del alcohol” debe pasar por una prueba de alcoholemia y superar los siguientes parámetros:
- En aire: 0,60 miligramos por litro.
- En sangre: 1,2 gramos por litro.
De igual manera, dentro de esta regulación legal se considera la conducción bajo la influencia de otras sustancias, como drogas.
¿Estar borracho es un requisito indispensable para el delito de alcoholemia?
Con respecto al delito de alcoholemia, esta es una de las mayores interrogantes de los conductores. Por regla general, para que una persona sea investigada por este crimen, deben cumplirse dos requisitos esenciales:
- Haber consumido bebidas alcohólicas.
- Superar las tasas de evaluación correspondientes.
No hay que olvidar que cada persona tiene un nivel de tolerancia al alcohol diferente. Por lo tanto, un sujeto puede superar la tasa de alcohol establecida, sin aparentar estar borracho.
En contraste, un individuo puede verse claramente ebrio y no superar los límites correspondientes a las tasas permitidas.
A todas estas, tanto en un supuesto como en el otro, se admite como un delito de alcoholemia.
Penas en caso de delito de alcoholemia
Como vimos antes, la ley española persigue este tipo de actos con especial atención, pues tiene implicaciones importantes.
En cuanto a esto, establece penas de tres a seis meses de cárcel para quienes incurran en este delito. Ocasionalmente, se puede castigar al implicado con trabajos comunitarios por un lapso de 31 a 90 días.
Por otro lado, existe la posibilidad de que el conductor ebrio sea inhabilitado para la conducción de vehículos ciclomotores y de motor durante un plazo de 1 a 4 años.
Consecuencias de negarse a la prueba de alcoholemia
A menudo, las personas se pueden negar a realizarse la prueba de alcoholemia solicitada por un agente de autoridad.
Sin embargo, esto implica la comisión de un delito, según lo establece el artículo 383 del CP, por lo que, podría ser castigado con una pena de cárcel de 6 a 12 meses.
Asimismo, es posible que el implicado sea limitado para conducir vehículos por hasta 4 años.
¿Se puede reducir la pena por delito de alcoholemia?
Si bien es cierto que la ley establece sanciones puntuales por delito de alcoholemia, hay casos en los que la pena podría ser inferior.
Esto es así cuando no se haya puesto en riesgo la vida de ninguna persona al momento de la conducción.
Cabe precisar que, es posible asistir a un juicio rápido por este tipo de delito y beneficiarse de una posible reducción en el castigo, si se admiten los hechos.
Delito de alcoholemia con lesiones o muerte
Claramente, conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, es un riesgo tanto para quien lo hace, como para las personas del entorno.
Si, además del delito de alcoholemia, hay lesionados o incluso, se produce la muerte de una persona, se debe sancionar al culpable con la pena correspondiente para el delito en cuestión, por ejemplo, si se trata de delito de lesiones o de homicidio.
En este contexto, si una persona ebria tiene un accidente en coche y causa la muerte de otra, se le aplicará el castigo correspondiente a las penas por homicidio imprudente.
En resumen, lo más recomendable es prevenir incurrir en estos delitos, tomando las precauciones del caso.
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