Un juicio rápido es un procedimiento abreviado que permite resolver delitos específicos de modo ágil. Cabe mencionar que no todos los actos delictivos se pueden juzgar mediante esta figura legal.
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¿Qué son los juicios rápidos?
El artículo 795 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal define el juicio rápido como un proceso legal especial mediante el cual se condenan crímenes cuya pena no es mayor a 5 años de cárcel o cualquier otro castigo no mayor a 10 años.
Gracias a esta forma de enjuiciamiento, es posible llevar a cabo la resolución de múltiples casos con mayor celeridad. La finalidad de un juicio rápido es que la instrucción y la sentencia se efectúen en el menor tiempo posible.
Cómo funcionan un juicio rápido
Entre otras cosas, una de las características más importantes de este procedimiento legal, son la brevedad de sus plazos. La comparecencia se realiza en un período no mayor a 72 horas. Desde entonces, se contabilizan 15 días para que se celebre el juicio.
Otra particularidad tiene que ver con la presentación de las evidencias y la forma en que los testigos se apersonan a declarar. En ambos casos, es mucho más limitado, lo que supone un análisis reducido de las circunstancias de delito.
Por otro lado, es importante precisar que hay crímenes específicos que se pueden juzgar en un procedimiento abreviado. Teniendo esto en consideración, la ley estipula la celebración de juicio por delito leve y delitos menos graves. Los delitos graves deben ser resueltos en un juicio ordinario.
Requisitos para que un delito sea juzgado en juicio rápido
Para que los juicios rápidos sean posibles, es obligatorio que existan condiciones puntuales previstas en el artículo 795 LECrim y siguientes:
- Debe existir un atestado policial previo.
- Es imperativo que se trate de un acto delictivo en flagrancia.
- La pena de crimen no debe ser mayor a 5 años.
- El imputado debe estar en calidad de detenido o denunciado y ha de haber sido puesto a disposición del juzgado.
- Tiene que ser un acto punible con instrucción simple.
- No aplica cuando las actuaciones deban permanecer en secreto.
Algunos de los delitos que se juzgan mediante juicios rápidos son los siguientes:
- Delito de lesiones.
- Amenazas.
- Coacciones.
- Hurto.
- Robo.
- Delitos contra la salud pública (estipulados en el artículo 263 del Código Penal)
Proceso del juicio rápido
Así como cualquier otro procedimiento legal, los juicios rápidos requieren del cumplimiento de ciertos pasos:
Denuncia
Inicialmente, es clave que haya un atestado policial o denuncia. Siendo así, la Policía deriva el documento al juzgado competente, que tomará la decisión de comenzar con el procedimiento abreviado.
Comparecencia
El acusado y la parte acusadora son citados para declarar en el juzgado dentro de un plazo no mayor a 72 horas. Dicho tiempo, se contabiliza desde el momento de la detención o desde que se recibe el atestado policial.
Celebración del juicio
En un lapso máximo de 15 días, se inicia el enjuiciamiento. En esta etapa se presentan las evidencias, se toma testimonio a los testigos y cada una de las partes defiende sus argumentos.
Sentencia y recursos
Una vez que se ha celebrado el juicio rápido, el juez dictamina. Es posible apelar la sentencia emitida ante la Audiencia Provincial. Para esto, hay un plazo de 10 días a partir del momento en que se notifica la resolución judicial.
Ventajas y desventajas de los juicios rápidos
Los juicios rápidos tienen pros y contras que debemos tener presentes. Veamos los más importantes:
Ventajas
- El proceso es más rápido y se obtiene una sentencia en el menor tiempo posible.
- El sistema judicial puede liberarse con agilidad de la sobrecarga de investigaciones.
- Los gastos relacionados con el juicio son mucho más bajos.
Desventajas
- El tiempo para elaborar la defensa es bastante limitado, por lo que es clave contratar un abogado experto.
- Las pruebas se valoran superficialmente.
- No se puede aplicar a cualquier acto delictivo.
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