La detención en España, puede darse en múltiples contextos que van más allá de la comisión de un delito. Por ejemplo, la Policía puede detener a una persona por error o al precipitarse en una situación específica. Independientemente del caso, es importante saber qué acciones tomar.
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¿En qué consiste la detención?
Antes de hablar de qué hacer en estos supuestos, es esencial comprender qué es la detención. En palabras simples, se trata de la acción de privar a una persona de su libertad de forma breve y temporal. La finalidad de detener a un individuo no puede ser otra que ponerla a disposición judicial para que se resuelva su situación legal.
En el marco de la legalidad española, sólo las autoridades competentes están facultadas para llevar a cabo acciones de este tipo, pues en caso opuesto estaríamos hablando del delito de detención ilegal.
Sin embargo, hay salvedades en las que una persona (no policía) detiene a otra que pretende llevar a cabo un crimen al momento de su ejecución, lo que se conoce como flagrante. Una particularidad de este aspecto es que es imperativo llevar de inmediato al delincuente a las autoridades que correspondan.
Quien exceda el plazo de 24 horas sin poner a disposición del Juez o Tribunal al criminal, también estaría incurriendo en detención ilícita.
¿Cuándo me puede detener la Policía?
En general, hay tres motivos por los que puedes ser detenido. El primer escenario corresponde a un delito en flagrancia o lo que quiere decir que estés cometiendo un acto delictivo al momento de la detención.
El segundo caso en que te pueden detener es para realizar una declaración y es uno de los más comunes. Cuando la autoridad toma testimonio a una persona, puedes decidir detenerlo.
Además, se puede solicitar tu detención mediante una orden judicial en medio de una investigación. Finalmente, la Policía tiene facultad de detenerte si has sido penado y decides fugarte.
¿Qué pasa cuando se produce la detención?
El artículo 17 de nuestra Constitución Española habla del derecho a la libertad del cual gozan todas las personas.
De acuerdo con esto, la detención policial es un acto extraordinario que amerita el cumplimiento de circunstancias puntuales para que se concrete legalmente. Además de esto, hay otros factores claves a considerar cuando alguien es detenido:
- La detención preventiva no se puede prorrogar por más tiempo del necesario para llevar a cabo la investigación correspondiente con el fin de esclarecer los hechos. El plazo máximo que contempla la ley es de 72 horas. Pasado este período el detenido Guardia Civil debe ser puesto o bien a disposición de un Juez o liberado.
- Cualquier persona que haya sido detenida debe ser informada de inmediato y de forma clara. Asimismo, es obligatorio hacerle saber sus derechos y los motivos por los que se le priva de su libertad.
- Se debe garantizar en cualquier circunstancia la representación de un abogado de asistencia al detenido que esté presente tanto para las diligencias previas como en el procedimiento judicial.
Recomendaciones en caso de ser detenido
Si eres detenido, el primer paso es mantener la tranquilidad para evitar conflictos con las autoridades. Lo segundo acatar las órdenes. Ten presente que la actitud pasiva no es lo mismo que la colaboración. Recuerda que toda acción o testimonio puede ser usado en tu contra, por lo que no es recomendable hacer nada hasta que llegue tu abogado.
La elección de un profesional es un derecho que destacamos antes. No puedes ser obligado a declarar sin asistencia de un letrado. Si no tienes dinero para costear uno, el Estado debe proveer un abogado de oficio.
En el supuesto de que tengas alguna enfermedad o necesites medicación, debes comunicarlo a la Policía y solicitar revisión médica. De igual modo, esto es fundamental si eres agredido durante la detención para dejar constancia de los daños.
Una vez que tu abogado tome tu caso, asegúrate de seguir todas sus recomendaciones. Recuerda que este profesional hará todo lo posible por defender tus derechos e intereses.
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